miércoles, 12 de agosto de 2009

13 de agosto


Casandra se levantaba temprano de la cama. Iba al jardín y recogía unas flores, que dejaba en el jarrón de cristal de la encimera de la cocina. Después salía en camisón a la puerta de la calle y recogía el correo, lo leía con calma en las escaleras de cemento de la entrada y volvía a la cocina a exprimir unas naranjas y beber el zumo con dos cucharaditas de azúcar moreno y tres cubitos de hielo. Se duchaba con calma y dejaba caer las últimas gotas con el grifo del agua caliente completamente cerrado, porque la fría la ayudaba a despejarse. Se secaba, se ponía una toalla en el pelo y se embadurnaba de crema de frambuesas, esa que dejaba un olor muy suave en una piel que también se quedaba muy suave. Así, desnuda y descalza, iba al armario de madera blanca y cogía un camisón limpio. Se lo ponía y volvía a la cama un rato más con Pipp. Pero siempre pasaba lo mismo, la cama seguía tan fría y tan vacía como cuando se iba al jardín. Y Casandra se encogía, se hacía diminuta y dejaba pasar un tiempo, por si acaso.

7 comentarios:

Camaleona dijo...

Hay veces que el frío se instala en las esquinas del corazón y no hay forma de alejarlo de allí...

Anónimo dijo...

los 13 de agosto me gusta quedarme en la cama hasta tarde.
bonitas líneas :D un bso! ^^

Dara dijo...

El
zumo
con
hielos
sabe
raro.


miaudemagdalena

ptitpat dijo...

casandra se merece un corazón calentito, como un buen chocolate.

besitos de una niña que te echa de menos!! :D

Ela dijo...

pronto llegará el día que encuentre la cama tibia y una flor justo a su lado

besos

Albademadrugada dijo...

Y respiraba bajito, para no romper el silencio.


magníficas, todas. como siempre. :)

YLM-SPAIN dijo...

Precioso pero muy triste, ojalá llegue el día en que alguien la interrumpa mientras lee el periódico para cambiar esa rutina...