miércoles, 6 de mayo de 2009

6 de mayo


Se acercó al estante lleno de frascos de colores e intentó coger alguno, pero parecían siempre demasiado lejos. La oscuridad de la fría habitación hacía que los frascos emitiesen la única luz que se percibía. No sabía cómo había llegado hasta allí, y eso le preocupaba, pero en aquel lugar le parecía que Cronos había detenido las manecillas del reloj.

- Son recuerdos.- dijo una voz en su espalda, profunda y grave, y un escalofrío le recorrió toda la médula espinal mientras una especia de calor se cernía sobre su espalda- Siempre están ahí, cuando quieres acudir a ellos, pero nunca puedes cogerlos, porque el tiempo los ha dejado atrás. Los hay de muchos colores, según la intensidad de lo vivido. ¿Ves ese verde que resalta sobre los otros verdes? Es un recuerdo ágil, brillante, nítido. Es una noche en la playa contando estrellas, o una última página de un libro que nunca querrías que terminase. Es el rubor de una sonrisa inesperada, el calor de un aliento en tu nuca. Es el color que enmarcó el nacimiento de un primer hijo, o el primer beso debajo del paraguas.

Calló un momento y Marissa sintió que el frío volvía a acariciarle la piel.

4 comentarios:

YLM-SPAIN dijo...

Ojalá todo el mundo pueda tener una estantería llena de esos frascos. Un besito.

.Amazonica dijo...

Yo me guardaría un frasquito de ese brillante recuerdo, para poder revivirlo cuando quiera, y congelarlo para siempre, para no olvidar :)

un beso

Dara dijo...

Cat probaría a tirar el estante. Que se mezclen, a ver qué pasa.




un miau, caracolito :)

Albademadrugada dijo...

es deliciosos leerte.
(: