
La luz entraba con suavidad en la habitación y Lilly abrió los ojos lentamente. Sonrió al observar que él estaba ahí, todavía durmiedo, con una respiración constante, y su pecho moviéndose ligeramente con cada respiración. La piel, cremosa y suave, dibujaba líneas en sus hombros, a los que no llegaban a cubrir las sábanas, y en un movimiento inconsciente su mano buscó la de ella. Ella se dejó coger y se acercó a él, con cuidado, para no despertarlo, y se acurrucó junto a su cuello, llenándose de su olor, de esa fragancia cálida que parecía que llevaba impresa en la piel y dejó caer un beso en sobre una de sus clavículas.
Paul abrió despacio los ojos y los clavó en los de ella, mientras suspiró:
Paul abrió despacio los ojos y los clavó en los de ella, mientras suspiró:
-Me ha encantado.
-¿El qué?
-...
-¿Qué te ha encantado?
-Despertarme contigo.
Lilly sonrió con ligereza y giró sobre su costado dejando, coquetamente, caer los rayos de sol sobre su espalda.
2 comentarios:
:) simplemente, precioso.
Qué bonito tu blog y las entradas!(sobre todo la del 7 de enero) *____*
(pasaba por casualidad :)
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