
Cerró los ojos mientras dejaba caer unas lágrimas. Era cierto. No habría más noches interminables. Tampoco paseos por el puerto. Ni cafés en un bar. Se acabó no contar el tiempo. Y los besos furtivos.
El amor se había terminado. Y entonces no le quedaba nada.
5 comentarios:
Siempre quedan la experiencia y los recuerdos. Un abrazo.
"Lo había perdido todo y ahora todo esta lleno de nada"
me ha gustado tu blog =)
Te agrego a mis links
Siempre hay algo después...
Un besito guapa. ;-)
Sí. Le quedaban OTRAS noches interminables, OTROS paseos por el puerto, OTROS cafés... Diferentes pero igual de buenos ;)
Solo el corazón vacío, esperando volverse a llenar.
Un miau
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