jueves, 29 de enero de 2009

29 de enero


- Y aquí nos quedamos, dejando que fluya el aire. Dejando que pasen las horas.

Sintiendo el tiempo que nos une, y finjiendo que nada nos separa.

Susúrrame que esta sensación va a durar. Que no es efímera. Que yo no soy una más.

Dime que me esperarás, que lo harás, dime que por mucho daño que te haga o por mucho que esto nos contamine, no dejarás de pensar que ha ocurrido. Que un día, algo nos unió.

No dejes que nadie te diga que no te quise, que no me preocupé por ti.

Sabes muchas cosas de lo que he sido, de lo que fui contigo. Sabes que aunque parezca que los minutos pasan con parsimonia, nunca los vivirás igual que ahora. No dejes que te duelan.

Recuerda que te quiero. Recuérdame así. Recuérdalo. Que mi último aliento es tuyo.

Y de pronto, la máquina pitó, mientras el pecho de Carla se encogía y la congoja presionaba el de Sam. Ya estaba. Y él no le había dicho adiós.



4 comentarios:

ptitpat dijo...

y de repente, un escalofrío que me ha recorrido toda la espina dorsal.

un besito :)

.Amazonica dijo...

Ohh pero que triste, se me puso la piel de gallina.
A veces es demasiado tarde para decir adiós.
La verdad muy hermoso *.*

un beso

Unknown dijo...

Que bonito texto!! Es muy triste no poder decir adiós sabiendo que ya nunca podrás decírselo

YLM-SPAIN dijo...

Buf!! Duele...